Es el 24 de marzo de 1975 en el Richfield Coliseum de Ohio. Muhammad Ali entra al estadio con su túnica blanca y guantes rojos, saludando con confianza a la multitud que lo ovaciona. En la otra esquina, Chuck Wepner, serio y concentrado, camina hacia el ring con su túnica dorada y guantes negros. El ambiente está lleno de emoción y expectación, mientras los dos boxeadores, rodeados de sus entrenadores, se preparan para el combate que todos han estado esperando.